Historia de una hamburguesa

Aunque parece uno de los platos más modernos en la actualidad, la hamburguesa acaba de cumplir más de un siglo de existencia, y puede decirse que su relativa “corta historia” ha tenido más literatura que otros alimentos similares y contemporáneos como pueden ser el hot dog estadounidense, el currywurst alemán, o la pizza italiana.

La hamburguesa es un alimento en el que se refleja parte de la historia del siglo XX. Por diversos motivos se le ha atribuido cierto simbolismo, ya que la hamburguesa moderna nace de las necesidades culinarias de una sociedad que disfruta de los beneficios de una reciente industrialización y que, debido a ella, no le queda más remedio que vivir más deprisa.

Los orígenes de la hamburguesa son inciertos, pero posiblemente fuese elaborada por primera vez en el período que va desde finales del siglo XIX hasta comienzos del XX. El origen de este alimento procesado es poco claro debido a que son muchas las personas (todas ellas estadounidenses) que se pelean por el “honor” de haber sido el primero en poner dos rebanadas de pan a un filete de carne picada de vacuno (Hamburger steak). Poco después de componer la hamburguesa con sus dos panes, comenzó a aderezarse con todos sus acompañamientos característicos: cebolla, hojas de lechuga, pepinillos, queso, salsas, bebidas para acompañarlo, etc.

La historia de este alimento es importante por diversos motivos. Uno de ellos es que seguramente es el alimento cuya historia va acompañada de diversas polémicas, sobre todo a la hora de hablar de una “alimentación sana”. Durante el transcurso del siglo XX por ejemplo, con la controversia nutricional de finales de los años 1990. La hamburguesa se identificó con un país, Estados Unidos, y con un estilo de alimentación emergente: el fast food, establecido como una manera de alimentación poco sana y nada recomendable. La hamburguesa, junto con el fried chicken y la tarta de manzana, además de formar parte del conjunto de alimentos iconos de la culinaria estadounidense, también fueron catalogados como alimentos de alto riesgo para personas obesas y/o con problemas cardíacos.

Pero no todo es malo: su expansión a través de todos los continentes es una prueba clara de su aceptación en el proceso de globalización de la alimentación humana. Cabe pensar que existen otros alimentos que han seguido sus pasos globalizadores, como el döner kebab turco, la pizza italiana, el sushi japonés, etc. Pero la hamburguesa es el alimento por excelencia que más se ha propagado por todo el mundo, quizás por su sencillez y fácil adaptación en las diferentes culturas culinarias del mundo. Esta globalidad culinaria se ha producido, en parte, por un nuevo concepto de vender alimentos procesados que nace en los años 1920 con la cadena de restaurantes White Castle y que se perfecciona en la década de 1940 con McDonald´s. Esta expansión mundial ha llegado a proporcionar comparativas económicas como el Índice Big Mac, que permite comparar el poder adquisitivo de distintos países donde se vende la famosa hamburguesa Big Mac de la cadena de restaurantes de comida rápida McDonald's.

Todo esto se traduce en que en España cada vez son más los lugares que podemos encontrar únicamente dedicados a la gastronomía norteamericana y al culto por este sencillo y rico plato.



(Imágenes subidas desde: http://robinsonesurbanos.org/files/u320/hamburguesa.jpg y desde http://lavidasondosdias.files.wordpress.com/2008/06/hamburguesa1.jpg )